
Oasis de Bahariya: Está situado en el desierto occidental de Egipto, en el centro del país, a unos 420 km de El Cairo y está rodeado de montañas e importantes fuentes de agua que dan vida al oasis. Con una importante historia y vestigios que te impactarán, podrás encontrar ruinas y tumbas que dan testimonio del paso de Alejandro Magno por este lugar.
Bahariya ha experimentado un importante auge turístico gracias al relativamente reciente descubrimiento del Valle de las Momias Doradas. Además, es una base inmejorable para otras excursiones por la zona, como el Desierto Blanco, el Desierto Negro o las Montañas de Cristal.
Oasis de Dakhla: Es el oasis más meridional de Egipto. Está situado entre los oasis más alejados de El Cairo y Luxor. En sus alrededores hay pequeños poblados, con vestigios de la época faraónica y de la época medieval. Sabrás cuando has llegado porque muchos de los agricultores llevan sombreros de paja. Dakhla está considerada como uno de los lugares habitados más antiguos de África, bueno, en realidad Mut, su ciudad más grande. Mut, que significa madre en egipcio antiguo, es en realidad la madre de las viviendas, de los lugares habitados. Aquí se han desenterrado casas de hace 13.000 años según las pruebas de carbono.
Oasis de Kharga: es el mayor de los oasis de Egipto en el desierto occidental, con importantes vestigios de la época grecorromana y cristiana. Los yacimientos arqueológicos del oasis son ricos en ruinas de fortalezas, ya que era un cruce de caminos y una estación para las caravanas que iban y venían de Nubia y África. Además de los lugares que vale la pena ver en El Kharga están el Templo de Hibis y el Templo de Amenebi.
Además, el oasis está bendecido con algunos manantiales de agua sulfúrica que generalmente son visitados por personas que sufren dolencias reumáticas para curarse allí. Dado que la ciudad goza de casi todos los aspectos de la modernidad, difícilmente parece un verdadero oasis.
Oasis de Farafra: es uno de los oasis más espectaculares e importantes para los turistas que visitan Egipto. Está situado en pleno corazón del Desierto Occidental, a unos 300 km en línea recta del Valle del Nilo, es conocido como Ta-Iht o la Tierra de la Vaca en la época faraónica.
Uno de los principales atractivos del oasis de Farafra son los safaris en 4×4 a lugares de sorprendente belleza en pleno desierto. En concreto, al Desierto Negro, al Desierto Blanco y a la Montaña de Cristal. Todos ellos se encuentran al norte de este oasis, en la carretera que lleva al oasis de Bahariya.
Si te mueves por Qasr Al Farafra, podrás entrar en contacto con diferentes fuentes termales y pequeños cuerpos de agua, que sirven de entretenimiento para la población local. Son Bir Sitta, Ain Bishay y el lago Abu Nuss.


